En poco menos de diez minutos el cortejo transitó un recorrido alternativo para llegar lo antes posible al templo que regenta la Hermandad de la Sagrada Lanzada, la cual aguardaba su recepción con estandarte y varas.
Una vez, el Señor de la Oración en el Huerto discurría por la calle Feria, y tras haber cesado el agua con anterioridad, se vió sorprendido por una leve lluvia fina que hizo que el cortejo, sin detenerse en un instante tomará este itinerario de urgencia lo más rápido posible, para entronizarse en el templo de San Martín.
Las andas fueron mandadas por el capataz Manuel Vizcaya López que ante tal circunstancia se vió obligado a no dar descanso a los hermanos que la portaban.
El Señor de la Oración en el Huerto lucía mantolín y túnica burdeos lisos y se disponía sobre un risco formado por corcho y con un exorno que contenían lirios morados y claveles rojos entre otras gamas florales.
Una vez en el templo, las andas fueron arriadas ante las Sagradas Imágenes de la corporación del Miércoles Santo.
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